El Liderazgo estratégico y los retos de la sociedad moderna

Por Julio Cesar Henriquez Toro


 

 

La sociedad contemporánea se encuentra en una encrucijada donde la necesidad de líderes transformadores es más palpable que nunca. Durante una de las Charlas MAU en la Escuela de Negocios de Millennia Atlantic University en Doral, el destacado académico y profesional, Julio Cesar Henriquez Toro, abordó este tema crucial. A continuación, se presenta una revisión detallada de su ponencia.

El Liderazgo estratégico y los retos de la sociedad moderna

Por Julio Cesar Henriquez Toro

Perfil del Conferencista: Un Vistazo a la Trayectoria de Julio Cesar Henriquez Toro

Julio Cesar Henriquez Toro no es solo un abogado y Doctor en Ciencias Políticas, sino también un ferviente defensor de la educación y el desarrollo social. Con una experiencia que abarca casi dos décadas en el ámbito jurídico, Henriquez Toro ha ocupado cargos prestigiosos, incluyendo la dirección del Doctorado en Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla. Además, su compromiso con la sociedad lo ha llevado a ser una voz influyente en medios de comunicación y a liderar programas televisivos como El Termómetro de CTV Barranquilla.

Desentrañando el Concepto de Liderazgo

El liderazgo, según Henriquez Toro, es un término que ha evolucionado con el tiempo. Mientras que algunas definiciones se centran en la capacidad de guiar y controlar a otros, en la era contemporánea, el liderazgo se ha transformado en un proceso de comunicación que busca influir y dirigir a un grupo hacia metas específicas.

 

Diversidad en las Formas de Liderazgo

A lo largo de la historia, han surgido diferentes teorías y tipos de liderazgo. Max Weber, por ejemplo, identificó líderes carismáticos, tradicionales y legales. Sin embargo, Henriquez Toro introduce conceptos más contemporáneos como el “liderazgo telegráfico” y el “liderazgo del Fratti”, reflejando la influencia de la era digital en la forma en que se ejerce y se percibe el liderazgo.

 

La Coherencia en el Liderazgo Estratégico

Uno de los puntos centrales de la ponencia de Henriquez Toro es la importancia de la coherencia en el liderazgo. En un mundo donde los antivalores a menudo toman protagonismo, un líder estratégico debe ser un faro de integridad y autenticidad. La coherencia entre el pensamiento, la palabra y la acción es esencial para ganar la confianza y el respeto de quienes se lidera.

 

Desafíos y Oportunidades en el Liderazgo Moderno

La sociedad actual presenta desafíos únicos que requieren líderes con una visión clara y una capacidad de adaptación sin precedentes. Estos líderes, según Henriquez Toro, deben ser capaces de inspirar, comunicar eficazmente y, sobre todo, actuar con integridad. Además, deben ser capaces de rodearse de equipos competentes, delegar responsabilidades y fomentar un ambiente de colaboración y crecimiento.

 

 

La ponencia de Julio Cesar Henriquez Toro en la Escuela de Negocios de Millennia Atlantic University arroja luz sobre la importancia del liderazgo estratégico en la sociedad moderna. Su enfoque en la coherencia, la comunicación y la adaptabilidad resalta la necesidad de líderes que no solo dirijan, sino que también inspiren y transformen. En un mundo en constante cambio, la visión y la dirección de líderes estratégicos serán cruciales para navegar hacia un futuro prometedor.

 

Este análisis de la ponencia de Henriquez Toro es solo un vistazo a la riqueza de su pensamiento y experiencia. Para aquellos interesados en profundizar en sus ideas y perspectivas, se recomienda visitar su sitio web y seguirlo en sus redes sociales.

 

Transcript de la Charla MAU: Desafíos y Oportunidades en el Liderazgo Moderno dictada por Julio Cesar Henriquez Toro

“Bueno, muy buenos días. Para mí, es un verdadero gusto estar con ustedes. Vamos a hablar de un tema que toca la fibra. Toca la fibra porque la sociedad de hoy está expectante de encontrar líderes transformadores. Hoy, abordaremos específicamente el liderazgo estratégico. Lo primero que debemos preguntarnos es: ¿qué es el liderazgo? Encontré tres definiciones que quiero compartir con ustedes porque me parecen claras y sencillas.

 

El Diccionario de las Ciencias de la Conducta define el liderazgo como las cualidades de la personalidad y la capacidad que favorecen la guía y el control de otros individuos. Esta definición, como su nombre lo indica, se centra en guiar y controlar a otros individuos. Desde esta perspectiva, el líder busca controlar, guiar, conducir, dirigir y potenciar cualidades de la personalidad.

 

Por otro lado, el diccionario de la lengua española define el liderazgo como la dirección o jefatura. ¿Esto implica que el líder tiene una voz de mando? Es quien instruye, ordena y dirige, y lo define también como la figura principal de un partido político, de un grupo social y, en general, de cualquier colectividad.

 

Hoy en día, el término “política” se aplica a muchos ámbitos. En esta institución, por ejemplo, hay una política educativa. En su empresa, puede haber una política de tratamiento de datos. En la sociedad, existen políticas ambientales, de tránsito, para la familia, entre otras. La política ya no se asocia únicamente con la toma de decisiones en la comunidad. Algunos investigadores sugieren que cada individuo tiene su propia política personal, basada en los criterios con los que elige y decide.

 

Considerando otra perspectiva, hay quienes definen el liderazgo como el proceso de dirigir las actividades de los miembros de un grupo. Y aquí aparece un término que cambia todo: influir. Una persona con personalidad que ejerce guía y control es muy diferente de alguien que ejerce influencia. La influencia es distinta al mando, la dirección y la conducción.

 

¿Entonces, con qué criterio nos quedamos? Llegué a una conclusión sin ser ecléctico. Volviendo a la poesía, muchas gracias. Los eclécticos eran aquellos que tomaban los mejores conceptos de todas las teorías y optaban por una forma simplista. Yo no me considero ecléctico, pero les propongo la siguiente definición: El liderazgo es un conjunto de cualidades, capacidades y aptitudes que posee una persona y que le permiten influir, guiar, dirigir, conducir, orientar y determinar a través de un proceso de comunicación.

 

Añadí el término “proceso de comunicación” para referirme a la interacción con los miembros de un grupo social u organización con el propósito de alcanzar objetivos o metas propuestas. Por ello, el liderazgo es un proceso de comunicación. Desde la antigua Grecia, la comunicación era esencial en la retórica, oratoria y argumentación, porque ese proceso dialógico permitía a los líderes influir, guiar y dirigir. Si un líder no tiene un plan o objetivo, o no sabe hacia dónde quiere conducir, todo será improvisación. Aunque improvisar demuestra habilidad, siempre conlleva un riesgo. El líder estratégico sabe comunicar, plantea objetivos y metas claras. La mejor forma de persuadir e influir es tener habilidades comunicacionales.

 

No es necesario ser un filósofo, poeta o hábil orador. Un mensaje simple, si está expresado claramente y con objetivos, probablemente influirá. Me atrae la teoría del liderazgo de Max Weber, quien decía que existen tres tipos de líderes: carismático, tradicional y legal. El gran reto que enfrentamos como sociedad es la coherencia, que es la congruencia entre lo que se piensa, se dice y se hace. En una sociedad donde predominan los antivalores, a menudo hay discrepancias entre estos tres aspectos.

 

El desafío para quienes tienen dirección es mantener coherencia y motivación. Ese es el gran desafío del liderazgo estratégico. Y aquí sí hablamos de valores, porque el gran reto del liderazgo estratégico radica en ellos. La falta de liderazgo es un síntoma de la crisis moral de la sociedad moderna.

 

Consideren esta frase: “Todos quieren ser líderes para destacar, no para trascender”. La trascendencia proviene de posiciones espirituales. Trascender es cambiar de naturaleza y alcanzar un estado de vida superior. El líder debe tener la capacidad de trascender, no para alimentar su ego o para ganar fama y prestigio.

 

Si ese es el objetivo de esta conferencia, yo respetaré a las personas que enseñan eso, pero considero que el liderazgo estratégico tiene otro propósito. No es simplemente presentar al líder como el superhéroe. El mejor líder es aquel que sabe compartir responsabilidades, que sabe delegar y que potencia el talento y la capacidad de sus equipos de trabajo. El líder no es solo un entrenador.

 

El buen líder es una persona capaz de enseñar, compartir y predicar a través del ejemplo. “Impera la mediocridad sobre la capacidad”. Esta frase es muy fuerte, pero todos la hemos dicho alguna vez, especialmente cuando vemos a alguien que consideramos menos capacitado en una posición de liderazgo y pensamos: “¿Cómo es posible que lo pongan de jefe y nos toque a nosotros hacer el trabajo?”

 

Ahora, el jefe no tiene por qué saberlo todo. El líder tampoco. El líder sabe rodearse de los mejores. Sin embargo, hay líderes a quienes les gusta eclipsar a los demás y no permiten que los talentos de su equipo brillen. El líder estratégico se rodea de los mejores. Al explorar los tipos de liderazgo que existen, me di cuenta de que hay líderes actuales que no se ajustan a las tipologías o arquetipos tradicionales.

 

Introduje dos términos: “liderazgo telegráfico” y “liderazgo del Fratti”. ¿Qué es el liderazgo del Fratti? Veamos si se asemeja a alguno de estos líderes. Mira la imagen. Es aquel que influye a través de la apariencia, es la caricatura ilustrada por la irreverencia. La crítica al sistema, su carisma y la proyección de su personalidad están expuestas en todas las formas de exhibición posibles.

 

El poder no es un fin, es el principio. La riqueza es la ecuación: “más es mejor” y todo vale. El líder telegráfico es lo que vemos hoy en día, donde todos publican en redes sociales lo que hacen y lo que predomina es la superficialidad. A esto lo denominé “ploratía”, la capacidad que tiene una persona para maximizar su imagen.

 

Otra característica del líder telegráfico es la capacidad para generar seguidores a través de las pantallas: televisión, redes sociales, prensa, radio y, por supuesto, el escándalo. Seguro han escuchado el término: “Que hablen, aunque sea mal, pero que hablen”.

¿Hemos escuchado que existen “patrones públicos”, verdad?

No, señor. Lo que nuestra Constitución establece es que existen “servidores públicos”, es decir, funcionarios que trabajan para el Estado. Sin embargo, algunas personas, al asumir cargos de elección, olvidan que son servidores y actúan como si fueran patrones. Dejan de usar el transporte público o caminar, y comienzan a moverse con escoltas y vehículos blindados.

 

Hemos olvidado la esencia de servir. En el sector empresarial, cuando se visita una empresa prestigiosa o una gran marca, se puede observar cómo tratan a sus clientes. La sociedad actual, al igual que la antigua, está en constante búsqueda de nuevos liderazgos. Encontrar un referente a seguir, acompañar, respaldar y defender es la aspiración de muchos que han olvidado el valor y la fuerza de las instituciones.

 

Es esencial evaluar la importancia de las personas. Al líder “telefónico” se le ama o se le odia, pues la indiferencia no existe frente a su narrativa, y esa es su mayor virtud. Estos líderes movilizan, inspiran y emocionan, llevando a las masas a creer en lo imposible. Su característica más distintiva es que viven en una ilusión constante, creando su propia realidad y la de sus seguidores.

 

La ilusión es lo que define al “pelo freático”. Por eso, se presentan como guerreros, como figuras fuertes, pero en realidad, lo que hacen es manipular. En las empresas, a menudo se valora más la imagen que la realidad, y la personalidad que la capacidad. El líder estratégico posee una gran personalidad.

 

¿Y qué entendemos por personalidad? La personalidad es el reflejo del carácter, es lo que proyectamos al mundo. No se trata solo de la imagen o apariencia, como en el caso del líder “telefónico”. Aquí, la personalidad es la manifestación de nuestro carácter. Además de la personalidad, existen actitudes y aptitudes. No se debe confundir “aptitud” con “apto”. El apto es aquel que demuestra capacidad y potencial. El líder estratégico debe ser apto y, por supuesto, tener capacidad intelectual. Y para aquellos que no poseen capacidad intelectual, ¿no pueden ser líderes estratégicos? No necesariamente, pero pueden buscar a quienes sí la tienen y dirigirlos.

 

La capacidad no es solo intelectual, sino también de dirección y gestión. Por eso, la formación y configuración de equipos es esencial en el liderazgo estratégico. Existen líderes denominados “populares”, que gozan de la admiración y reconocimiento de sus equipos y contextos debido a su carisma. Pero, ¿qué es el carisma?

 

De manera simple, el carisma es la capacidad de conectar con las emociones de la gente. Un líder estratégico inspira a otros con sus palabras. Es importante destacar que las frases son uno de los medios más motivadores de un líder. Estos líderes tienen una visión de un mundo mejor, confianza en sí mismos y habilidad para comunicar ideas. Además, son capaces de renunciar a sus propios intereses con tal de conseguir los objetivos.

 

La estrategia se fundamenta en la planificación de decisiones. ¿Es posible generar un plan sobre cómo tomar decisiones, dónde, cuándo y cómo invertir, o por qué asociarse o no? ¿Por qué avanzar y por qué detenerse? El pensamiento estratégico siempre involucra una pregunta de investigación. Por ejemplo, ¿para qué sirve este proyecto? Es esencial garantizar su ejecución, porque de lo contrario, el plan solo será una idea.

 

Imaginemos que en este momento decido proponer la creación, entre todos los presentes, de una firma de consultoría en pensamiento estratégico. Si todos están de acuerdo pero no se lleva a cabo, simplemente se queda en una ilusión. Es fundamental definir valores corporativos, establecer relaciones con la sociedad y seleccionar líderes adecuados.

 

El liderazgo estratégico es aquel que sabe diseñar un plan de trabajo. Primero, considera los criterios del equipo para lograr consensos. Es el líder que escucha las opiniones de los demás y consensúa decisiones. Además, motiva al personal operativo o al equipo táctico encargado de llevar a cabo el plan. Dirige con probidad e idoneidad, y delega funciones en personas tan o más capaces que él.

 

Existe un concepto de liderazgo natural que muchos cuestionan. Sin embargo, este tipo de liderazgo surge de forma espontánea. Las causas justas siempre encuentran a sus líderes. En momentos de crisis, suele aparecer una figura líder, y por eso, muchas veces esperamos a esa figura para actuar.

 

Un líder natural se caracteriza por cinco elementos: 

  1. Capacidad de tomar decisiones.
  2. Configuración adecuada de equipos de trabajo y elección de colaboradores.
  3. Motivación constante de sus seguidores.
  4. Conducta ejemplar, digna e inspiradora.
  5. Eficacia en sus gestiones y compromisos.

El gran desafío de la sociedad actual es encontrar verdaderos líderes que defiendan y asuman causas justas. Tú puedes ser ese líder. Todos podemos ser ese líder. ¿Vas a esperar a que sea alguien más? Decide liderar un proceso de cambio y busca la transformación en tu contexto y en tu vida. Muchas gracias por escuchar.

 

Evento: El Liderazgo estratégico y los retos de la sociedad moderna