Emprender un negocio es un viaje emocionante pero también desafiante. Uno de los obstáculos más grandes que enfrentan los emprendedores es el miedo. Francisco Báez M., con su vasta experiencia en coaching y desarrollo personal, nos ofrece en su charla en la Escuela de Negocios de Millennia Atlantic University, estrategias efectivas para gestionar estos miedos. En este artículo, exploraremos sus enseñanzas y cómo aplicarlas en el camino del emprendimiento.
Cómo Gestionar los Miedos a la Hora de Emprender tu Negocio: Una Guía Integral
Sobre Francisco Báez M.
Con 23 años de experiencia en más de 8 países, Francisco Báez M. se ha dedicado a contribuir al desarrollo humano y empresarial. Su enfoque combina coaching con espiritualidad, creando procesos de evolución extraordinarios. Es Ingeniero Comercial con formación en coaching, terapia, hipnosis transformacional y más, lo que le otorga una perspectiva única sobre el desarrollo personal y profesional.
Entendiendo el Miedo en el Emprendimiento
La Presencia del Miedo. El miedo es una constante en el emprendimiento. No importa cuán emocionados estemos por nuestras ideas y proyectos, el miedo siempre está presente. Según Báez, somos conscientes sólo del 5% de nuestro ser, mientras que el 95% restante, compuesto por patrones y creencias inconscientes, es lo que realmente forma nuestra realidad.
Origen del Miedo
Nuestros miedos no son solo personales, sino también familiares y colectivos. Heredamos miedos de generaciones pasadas y de nuestro entorno. Estos miedos se refuerzan con nuestras experiencias y creencias formadas desde la niñez hasta la adultez.
Estrategias para Gestionar el Miedo
Conciencia y Aceptación. El primer paso para gestionar el miedo es tomar conciencia de su existencia y entender su origen. Reconocer que el miedo es una parte natural del proceso y aceptarlo es crucial para poder trascenderlo.
Enfoque en el Cuerpo, Mente y Espíritu
Báez enfatiza la importancia de considerar el cuerpo físico, energético, emocional, mental y espiritual en el proceso de emprendimiento. La alineación de estos aspectos es fundamental para superar los miedos y alcanzar el éxito.
El Poder del Pensamiento
El pensamiento es el origen de nuestra realidad. Alimentar la mente con pensamientos positivos y constructivos es esencial para transformar el miedo en una fuerza motivadora.
Ley de Causa y Efecto
Nuestros pensamientos y emociones crean nuestra realidad. Entender esta ley nos permite tomar responsabilidad por nuestras vidas y resultados.
Acciones Prácticas para Emprendedores
Detener la Autocrítica. La autocrítica puede ser paralizante. Aprender a ver nuestros errores como oportunidades de aprendizaje y crecimiento es vital.
Ser Amable y Paciente
La gentileza y paciencia con uno mismo y con los demás son claves para un emprendimiento saludable.
Reconocimiento y Apoyo Propio
Reconocer nuestros logros y apoyarnos en nuestros esfuerzos nos fortalece y nos prepara para enfrentar desafíos.
Amor Propio
El amor propio es la base del éxito. Aceptar y valorar quiénes somos nos permite emprender desde un lugar de fuerza y confianza.
Gestionar el miedo no significa eliminarlo, sino cambiar nuestra relación con él. Francisco Báez M. nos ofrece una guía valiosa para entender y manejar estos miedos, permitiéndonos emprender con confianza y claridad. Recordemos que el miedo es parte del viaje, pero no debe ser el conductor de nuestro destino empresarial.
Transcript:
“Gracias a todas las personas que nos estarán mirando en vivo y también en diferido. La idea de lo que vamos a crear hoy es cómo gestionar este miedo. Pero, ¿qué sucede con nosotros cuando estamos viendo ese proyecto, cuando estamos empezando con nuestro negocio? Se presentan un montón de situaciones que son parte de ese emprendimiento.
Una de las situaciones más importantes y probablemente más complejas es que no dejamos de sentir miedo, incluso cuando tenemos la expectativa o cuando queremos crear cosas extraordinarias. También tenemos esa ilusión de todo lo que va a pasar al momento de emprender. Pero el miedo está siempre presente. Sí, y por esto, hoy queremos explicarles de dónde viene este proceso del miedo.
¿Qué sucede a nuestro alrededor y cómo podemos gestionarlo? Somos conscientes apenas del 5% de lo que somos, y el otro 95% restante es el que está generando la experiencia que ahora es parte de nuestra realidad. Desde ahí, empezamos a considerar este 5% que tenemos consciente. Es todo lo que tomamos en cuenta como parte de esas habilidades administrativas, de marketing, de ventas.
En fin, todo lo que estamos buscando. Pero en ese 95% se encuentran todos los patrones, creencias y programas que hemos recibido y que están generados a nivel personal. Sí, a partir de las experiencias que hemos tenido desde que somos pequeños y las conversaciones que nuestro entorno nos ha transmitido. Las experiencias que hemos tenido a lo largo de este tiempo y de este período se van registrando en este inconsciente, en el inconsciente personal.
Cuando empezamos a darle forma a las interpretaciones de la vida que nos rodea, es lo que va a determinar el éxito o el fracaso. Más adelante, cuando empecemos este emprendimiento, no solo hablamos del tema de nuestra niñez, sino también de cuando somos adolescentes, etapa en la que ya tenemos un sinfín de situaciones que también van marcando nuestra vida.
¿Y es entonces cuando empezamos a preguntarnos qué está pasando conmigo y cómo me acepta el mundo? ¿Qué hago yo para poder encajar? ¿Qué está sucediendo conmigo? ¿Y definitivamente, cuál es mi interpretación del mundo en el que vivo? Entiendo que es un mundo que me acoge, un mundo en el que me siento cómodo.
Entiendo que es un mundo que me permite desarrollarme en abundancia o, probablemente, en escasez. Y entonces, estos patrones también van reforzando las creencias que formé en mi niñez. Así es como empiezo a interpretar al mundo y comienzo a programarlo, etiquetándolo como complicado o fácil, preguntándome si será posible desarrollarme en este mundo o si me siento detenido y controlado por distintos miedos.
Recuerda que en nuestro inconsciente tenemos estos tres aspectos: el personal, el familiar y el colectivo. Además, llevamos la carga de lo que sucedió con nuestra familia, y se dice que hasta siete generaciones atrás nos heredan lo que vivimos ahora. Empezamos a ver que los miedos de los abuelos, los miedos que en algún momento fueron parte de la vida de papá y mamá, los heredamos también.
Además de lo que tenemos a nivel personal y familiar, heredamos distintas características del entorno que forma parte de nuestra experiencia, del lugar donde vivimos, de la ciudad a la que pertenecemos o, probablemente, del país y la situación colectiva que estamos viviendo. Por eso, para poder dar este paso tan importante, lo que queremos hacer es tomar conciencia absoluta de este miedo y empezar a entender cuál es la situación que estoy viviendo ahora mismo.
¿Cuál es el miedo que tengo y qué es lo que esto me está queriendo decir? ¿Para qué? Para que, responsablemente, me haga cargo de mi experiencia y en ese momento me dé cuenta de qué? De que ahora tengo la posibilidad de trascender el miedo y definitivamente crear cosas extraordinarias en mi vida. Porque así como heredé todas estas emociones, también las emociones que no puedo tramitar empiezo a heredar a mi familia. Y es cuando podemos ver que distintos ciclos se repiten. Esto va muy de la mano con lo que estemos trabajando emocionalmente. Una vez que hemos identificado todo lo que está sucediendo a nivel inconsciente, lo que queremos es ver si hay algo más allá y qué ocurre.
Lo que está sucediendo con nosotros en esta experiencia que tenemos, y me refiero a esta experiencia que denominamos vida, es que actualmente nuestro enfoque está en el cuerpo físico. Cuando venimos a este plano, a esto que llamamos vida, llegamos con algo fundamental para vivir esta experiencia: nuestro ego.
El ego es esta parte física que forma parte de mi experiencia. De hecho, mi cuerpo ahora mismo es parte justamente de esa experiencia donde existe un ego. Este es el ego y lo que físicamente me rodea, formando parte también de este sistema del ego. Y es entonces cuando queremos ver que el aspecto físico hace que me distraiga de muchos otros aspectos fundamentales y comience a centrar toda mi atención en esta experiencia física.
Además del cuerpo físico, tengo un cuerpo energético. Toda esta energía es parte del éxito o el fracaso también en mi proyecto. De hecho, cuando tu energía está alta, tu cuerpo físico está robusto y puede enfrentarse a cualquier situación porque está en su poder. ¿Pero qué pasa cuando tu energía está baja?
Es entonces cuando podemos ver que el cuerpo físico se debilita. Pero además de este cuerpo energético, tenemos el cuerpo emocional, que habla de todas las emociones que estamos viviendo. Además de este cuerpo emocional, tenemos el siguiente cuerpo, que es el cuerpo mental. Con el cuerpo mental y la mente es cuando empezamos a determinar la emoción, la energía y, por ende, el resultado.
Por eso, dentro de la experiencia que tenemos al crear resultados, es fundamental que empecemos a observar cómo manejamos nuestros pensamientos y cómo hacemos que estén alineados con ese proyecto y con el emprendimiento que quiero llevar a cabo. El último cuerpo, sin ser el menos importante, sino al contrario, la esencia y lo más importante en nosotros, es el cuerpo espiritual. Es cuando reconocemos y entendemos lo que somos en esencia y desde ahí podemos crear un resultado extraordinario en nuestra vida para llevar a cabo cualquier proceso de creación.
Para nosotros, es importante enfocarnos en nuestros pensamientos. El pensamiento determina justamente aquello que queremos crear. ¿Por qué? Porque antes del pensamiento no existe nada. Y este pensamiento es lo que ocurre, afectando directamente cómo vivimos a nivel emocional. El pensamiento genera una acción y esa acción genera una emoción.
Esa emoción provoca una energía, una energía que indiscutiblemente dará un resultado mañana. Sí, algo que físicamente podemos medir, palpar, ver, sostener y experimentar. Ese es el resultado que queremos, pues obviamente, cuando estamos empezando este emprendimiento en nuestra vida, cuando vivimos este proceso, tenemos la oportunidad de mirar y conectarnos con cada una de estas creencias que nos dicen: “yo puedo”, “yo soy capaz”, “yo me lo merezco”, “esto es posible”, o probablemente “yo no puedo”, “no soy capaz”, “no me lo merezco”, “esto es imposible”.
Y cuando eso sucede, definitivamente lo vemos reflejado en nuestros resultados. ¿Qué es el ego? Imagina esa imagen del diablito que está presente en nuestra vida, porque el ego, además de ser este personaje que viene y se nos para en el hombro como en los dibujos animados, dándonos una interpretación del mundo que vivimos, se convierte también en el contraste. El ego, que está todo el tiempo hablándonos y diciéndonos: “No vas a poder. Mira cuántas otras personas hicieron lo mismo que tú y fracasaron. Tú también vas a fracasar. Mira esto, te faltan recursos, y si te aventuras y no puedes…”. No solo eso, sino que el ego busca cuáles son nuestros puntos flacos, aquello que incluso vemos como valores, como principios.
¿Por qué? Porque sabe por dónde meterse para que te tomes las cosas personalmente y empieces a entrar en un proceso en el que, lejos de avanzar, ves cómo tu vida se detiene. Ese ego se manifiesta a través de aspectos sumamente importantes. El primero es la separación. El ego toma fuerza cuando empezamos a vivir un proceso de separación.
¿A qué me refiero con esto? A cuando nos creemos aislados del mundo en el que vivimos. No solo eso, sino que una vez que vivo la separación, empiezo a emitir juicios, y los juicios que hago son tremendamente fuertes y complejos. Y mira cómo la primera persona a la que juzgo al emprender soy yo mismo, o probablemente esta creencia ególatra o egocentrista, en la que me creo más que los demás, hace que no vea con claridad lo que estoy viviendo.
Y entonces, si de pronto me estrello contra el piso, mira cómo el ego juega un papel fundamental y todo esto produce justamente miedo y culpa. Por lo tanto, si ahora mismo estás sintiendo miedo en tu vida, es el ego el que está manejando tu vida y te maneja como si fueras una marioneta. Si estás buscando culpables para la experiencia que estás teniendo, eso también es obra del ego.
¿Culpables? ¿Qué puede ser? “Es que el gobierno no me ayuda”, “es que la universidad no sé cuánto”, “es que mis padres”, “es que mis jefes”, “es que la situación política”, “es que la cosa es compleja”, “es que no sé cuántas cosas”… y busco culpables fuera de mí. También eso es el ego. Porque recuerda, el ego hace que veas las soluciones fuera de ti y no dentro de ti.
Una de las cosas fundamentales es que cuando albergamos miedo y culpa en nuestra vida, nos debilitamos. ¿Pero por qué es esto fundamental a la hora de emprender? Porque si emocionalmente no estamos fuertes, ¿qué ocurre? Si mentalmente no estamos fuertes, ¿qué ocurre? Cualquier situación, o probablemente cualquier viento que llegue como una prueba, si algún tema, como parte de los problemas o experiencias que vivimos al emprender, viene y me mueve de tal forma que me derrumba y no logro ver la enseñanza que viene detrás de esto, o la oportunidad para descubrir nuevos recursos, o la oportunidad para descubrirme a mí también en una postura diferente. Sí, y eso es parte de la experiencia que tenemos al emprender. Tenemos cuatro pasos fundamentales que hablan justamente de este proceso en el que podemos empezar a mirar cómo este pensamiento es el origen. El pensamiento es el primer nivel que crea la realidad que estamos viviendo.
Por lo tanto, es importante, así como todos los días nos alimentamos y buscamos lo mejor para nutrir nuestro cuerpo, empezar a mirar qué hago para nutrir mi mente y darme cuenta de que todo aquello que traigo a mi mente va a formar parte de la realidad que estoy viviendo. Una vez pienso, una vez creo, tomo una acción, y esta acción es la que nos permite conseguir resultados.
Y esta acción es fundamental. ¿Por qué? Porque nuevamente, ahora mismo creo que puedo correr y le doy, desde mi pensamiento, esa orden a mi cuerpo y mi cuerpo corre. Por lo tanto, este pensamiento nos lleva a una acción y esa acción va a determinar y generar una emoción. Cómo vivimos esta situación genera una emoción.
Los recuerdos que tenemos en nuestra vida no necesariamente van de la mano con lo que aparentemente vemos dentro de la película mental que nos hacemos. Pero lo que ocurre es que la emoción es la que da cabida a una interpretación. Y eso muchas veces nos ha pasado: de repente tengo un lugar al que recuerdo con muchísimo cariño y digo “me gustó viajar allá, mira lo bonito que pasé”.
Y ese lugar es sumamente mágico, especial y extraordinario. Y cuando regreso después de un tiempo, quizás después de unos años, veo que no ha sido tan bonito. No obstante, ¿qué es lo que sucede? Si es lo que te digo, cuando tenemos una emoción y el pensamiento, unidos van a crear un resultado. Y es cuando podemos empezar a mirar que esto es parte de esta ley tan importante que es la ley de causa y efecto, en la que yo soy la causa.
Y el efecto es todo lo que está sucediendo en mi interior, a mí, a mi alrededor. Por lo tanto, todo lo que tengo en mi interior es lo que genera la vida que yo creo. Todo lo que tengo en mi interior es lo que genera el resultado que obtengo. Una de las cosas que queremos empezar a mirar es que una persona que tiene resultados extraordinarios en su vida es una persona que se ama.
¿Por qué? ¿Por la abundancia? ¿Por el éxito? ¿Por las relaciones extraordinarias? ¿Por qué el emprendimiento y tu negocio son exitosos y extraordinarios? Es consecuencia del amor propio. El ser humano, aquí y ahora, no quiere aprender cosas nuevas. Quiere confirmar lo que ya sabe. Porque nos enseñaron que lo más importante es tener la razón, y ese es uno de los problemas.
Escúchame bien. ¿Sí? Esta es una de las razones. ¿Es una de las aristas que hacen que fracasemos en nuestros proyectos? Porque en ocasiones me quedo tan aferrado a la razón que no quiero ver absolutamente nada más. ¿Por qué? Porque el ego y la razón lo que hacen es cegarme. Y no puedo ver con claridad las distintas opciones que me permiten crecer.
Estos puntos fundamentales son parte de la conclusión de lo que hemos hablado. Y esto de aquí, mira, es una fórmula para que puedas empezar a vencer el miedo y dar ese paso tan importante para convertirte en el ser humano extraordinario que tú eres. El primer paso fundamental es que detengas toda crítica, deja de criticarte si lo hiciste bien o no lo hiciste bien.
Recuerda que como niño alguna vez pintabas un cuadro y te salías de los bordes, pero te divertías y eso hacía que cada vez pudieras mejorar tu técnica y llegar a ser mejor. ¿Y esta oportunidad tan bella de ser feliz va de la mano con qué? ¿Con que aquello que estás haciendo, lejos de criticarlo, lo que tú hagas sea qué?
Pues elevarlo. Lo que hagas sea exaltarlo, lo que hagas sea edificarlo y edificarte a ti mismo. Lo siguiente es: no te provoques miedo. Nosotros como seres humanos estamos constantemente provocando miedos y nos inventamos una película de todo lo que está pasando y vemos fantasmas en todo. La probabilidad de que pasen este tipo de cosas son mínimas.
¿Sí, pero qué pasa cuando nos provocamos ese miedo y le damos tanta atención que terminamos haciéndolo realidad? Lo siguiente tiene que ver con ser gentil, amable y paciente. Sé gentil contigo mismo y también con los demás. Recuerda ser gentil y amable con las personas que te rodean. Lo siguiente es ser amable con tu mente cuando tengas un pensamiento fatalista o enfrentes alguna situación compleja.
¿Qué quieres decirle a tu mente? “Oye, no pasa nada”. No solo eso, sino que reconócete a ti mismo. Esta parte es fundamental, porque muchos de nosotros reconocemos a los demás, pero no nos reconocemos a nosotros mismos. Lo siguiente es apoyarte a ti mismo. ¿Cómo te apoyas? Encontrando los recursos necesarios para llevar a cabo tu proyecto.
Lo siguiente es aprender a reconocer que cada uno de nosotros tiene su estilo propio. Por lo tanto, no te compares con otros; sé tú mismo. Lo siguiente es ser amoroso con tu parte negativa cuando te equivoques, sí, cuando algo no funcione, trátate con el mismo amor y respeto que lo harías con la persona más importante de tu vida.
Lo siguiente, que es fundamental, es mirarte al espejo porque esa es tu motivación. Te invito a que todos los días sea un momento en el que te veas cara a cara y encuentres tu motivación en ti mismo. ¿Y cuando te mires al espejo, qué decir? “Hoy voy a ser un hombre extraordinario, hoy voy a ser una mujer extraordinaria, hoy voy a ser un empresario extraordinario. ¿Por quién? Por mí”. Mirándote al espejo. “Hoy me comprometo a dar lo mejor de mí. Hoy me comprometo a lo que sea, pero es conmigo porque me amo”. Y por último, ámate a ti mismo y hazlo ahora, dándote el permiso de construir el resultado que estás buscando.
El miedo no va a desaparecer. Lo que va a cambiar es la forma en la que nos relacionamos con el miedo. ¿Pero cuando el miedo venga, qué hacer? Lejos de temer, lo que quieres es mirarte al espejo y decir: “Este es mi momento para demostrarme cuánto me amo”. Y esto va por mis gracias infinitas.
Pues obviamente, gracias por seguirnos. Gracias infinitas por darnos la oportunidad de estar aquí ahora contigo. Gracias, Jairo. Gracias a esta universidad tan prestigiosa y por todo lo que efectivamente están haciendo por la comunidad y sus estudiantes.”